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miércoles, 23 de marzo de 2011

COLEGIOS PÚBLICOS vs. PRIVADOS

“Los colegios públicos sufren mayor fracaso escolar que los privados en todas las etapas”. Este es el titular de una noticia de El País publicada hace un par de años. A raíz de este tema se pretende hablar sobre la desigualdad ante la que se encuentran aquellas personas que han realizado sus estudios en un colegio privado o en un colegio público.

Según indican algunas fuentes, la diferencia entre la formación de unos grupos y de otros es que en las entidades públicas se acepta a todo el mundo mientras que en la privada todavía siguen utilizándose filtros de selección, frecuentemente de carácter ideológico y económico. Se dice, además, que la tipología del alumnado de la red pública y de la privada difiere debido a su extracción social y al nivel sociocultural de los padres.
Ahora bien, ¿tanto influye el nivel sociocultural de los padres de dichos alumnos? Desde mi punto de vista, son cosas absolutamente diferentes. No creo que la renta de unos padres deba influir de tal forma en la educación de sus hijos. Es más, los profesores pertenecientes a una entidad pública necesitan superar unas pruebas que los demás no necesitan. Su preparación es mejor, en la mayor parte de los casos. A pesar de ello, la complejidad del alumnado es mayor que en una escuela privada. Bien cierto es que, estas diferencias no suelen influir demasiado en la educación  primaria y secundaria, donde la nota no influye para los estudios superiores. Es a partir del bachillerato cuando empiezan a observarse unos conflictos mayores. Es en estos dos cursos donde el alumnado necesita una determinada nota para poder acceder a una Universidad u otra y, es ahí donde se observa el prestigio de unos centros y otros. Frecuentemente, los alumnos pertenecientes a los colegios privados se presentan a los exámenes de selectividad con una nota más alta que los alumnos de un colegio público. A pesar de ello, las medias obtenidas en Selectividad suelen ser más altas para los alumnos que han estudiado en los colegios públicos. Según informa la edición española del PISA, una vez eliminamos las diferencias sociales, culturales y económicas de ambos grupos, los estudiantes de las entidades públicas suelen obtener mejores resultados pero, actualmente, el nivel sociocultural y económico influye demasiado.
Por otro lado, cabe decir que en las Universidades públicas los alumnos no pueden acceder a ellas hasta haber realizado determinadas pruebas y haber superado los criterios con una calificación suficiente. Al contrario, esto no ocurre en las Universidades privadas, donde aquellos alumnos que compartan la cultura y la ideología que caracteriza a esta entidad serán aceptados. Frecuentemente se han abierto debates sobre si en los colegios privados se aumentan las notas de dichos alumnos con la finalidad de mantener su buena reputación, dado que se suele decir que son éstos estudiantes los que más prestigio tienen.

lunes, 21 de marzo de 2011

¿CUESTIÓN DE SEXO?

Para comenzar a abordar el tema de las desigualdades en nuestra sociedad, he escogido como punto de partida la noticia “La brecha salarial en España es una de las más elevadas de Europa” publicada online el día 23/02/2011 en la web aprendemas.com, ésta me ha parecido muy útil para crearme una opinión elaborada sobre la desigualdad actual entre mujeres y hombres en nuestro país.
En la noticia se afirma que la diferencia salarial entre mujeres y hombres continúa siendo una realidad en Europa, ya que, de media, las trabajadoras europeas cobran un 15% menos que los hombres. Concretamente España presenta las brechas salariales más elevadas de la UE, según ha denunciado el sindicato de la UGT.
Solamente estos datos ya nos proporcionan una idea de la actual desigualdad que existe entre los salarios cobrados por los hombres y los de las mujeres, teniendo éstas últimas que trabajar una media de 50 días más al año para poder conseguir el mismo sueldo.
En mi opinión, la remuneración de un trabajo debe basarse en el las horas dedicadas, la eficacia y en definitiva el esfuerzo personal, y no en el sexo del trabajador. Una mujer no debe encontrarse en una posición de desventaja salarial cuando está desempeñando una tarea para la que es perfectamente válida y en la cual no sería ni más ni menos eficaz un hombre con sus mismas capacidades.
Aunque cada día más, se está mejorando la posición de las mujeres laboralmente hablando, queda un largo camino hacia la igualdad total en este aspecto.
Sigo refiriéndome a la noticia nombrada anteriormente como base para mostrar algunos datos significativos. Según la Encuesta Anual de Estructura Salarial, el 8,1% de las mujeres tenía ingresos salariales menores o iguales que el Salario Mínimo Interprofesional, frente al 2,9% de los hombres. En cuanto a la medición por actividades económicas, la educación es el sector que menos diferencias presenta, al contrario que el sector servicios. Las mujeres son las que más jornadas a tiempo parcial realizan, y esto me parece muy significativo ya que son los hombres quienes cuentan con la seguridad de tener la mayoría de contratos indefinidos.
Por otro lado, las pensiones que recibieron las mujeres en 2010 ascendían a 599,79 euros, frente a los 977,44 euros que recibieron los hombres.
Por último, para finalizar mi opinión sobre la relación de la renta, los salarios e ingresos con el sexo de la persona que los recibe, me gustaría apuntar la necesidad de crear una sociedad justa e igualitaria en este aspecto ya que se trata de una variable trascendental en la vida de una persona, que puede afectar además de, obviamente, a sus ingresos, a la autoestima y a la motivación de la trabajadora en este caso.
Me parece interesante aportar como último dato esta tabla en la cual se presentan la evolución del salario de la mujer respecto al hombre. Esta vez he escogido un artículo publicado en el país.es titulado “Las españolas tardarán una década en ganar lo mismo que los hombres”. Únicamente he incluido el dato de la Comunidad Valenciana y el total de España.


Salario medio anual de los varones *
Salario medio anual de las mujeres*
Brecha salarial total en 2009*
Diferencia mujer-varón (%)
Reducción brecha salarial (08/09)
Comunidad Valenciana
 19.302
 14.710
 4.592
 23,8%
 -883
ESPAÑA
 21.433
16.110
 5.323
24,8%
 -653


*Expresado en Euros.
Y es que, es así de sencillo, ya lo proclamaban desde 1932: “A igual trabajo, igual salario”. ¿Habría algo que discutir? Es posible, pero no basando esa discusión en el sexo de la persona que realice una labor remunerada.


Mascletá de desigualdades


Tras pasar todos los valencianos la semana fallera donde principalmente los monumentos, petardos, y la indumentaria han sido los protagonistas debemos plantearnos como afecta esto a la desigualdad entre clases generada por la diferencias económicas. ¿Se ha convertido las fallas en una fiesta donde la gente lucha por  ser el mejor? Para reconsiderar este nuevo planteamiento se ha de retroceder a los orígenes de esta festividad tan conocida.
Según el Marqués de Cruïlles, las fallas fueron iniciadas por el gremio de carpinteros que quemaban en la víspera del día de su patrón San José, en una hoguera purificadora, virutas y trastos viejos haciendo limpieza de los talleres antes de entrar la primavera. De este modo, lo que era una celebración de gente trabajadora de pocas rentas, y que únicamente pretendían reunirse y pasarlo bien con sus semejantes, ha pasado a ser una fiesta consumista donde triunfa el que más tiene. En estas fechas las pastelerías se llenan de ricos buñuelos y churros, emigrantes sin papeles venden “mocaors” y blusones, y ya si cuela cervecitas por un euro; y ya no hace falta hablar de la cantidad de publicidad que emite El Corte Inglés para atraer clientes durante estos días que las calles están llenas.
Pero sin duda, donde más observamos la diferencia de clases es entre las fallas de barrio de la última sección calificada por la Junta Central Fallera, y aquellas llamadas de “categoría especial”, como Convento de Jerusalén. La principal diferencia entre unas y otras es la cantidad de dinero que invierten para la realización de su falla. En algunas ocasiones se han gastado más de 900.000 euros en el monumento. Llegados a este punto debemos recapacitar si realmente hace falta gastarse tanto dinero, cuando hay personas que no tienen ni para comer. Si únicamente la mitad de los esfuerzos y cuotas que pagan los miembros de las grandes fallas fueran destinados a ONGs o fundaciones que ayuden a los enfermos, esta celebración recuperaría su sentido tradicional, solidario, y trabajador. En el lado opuesto se encuentran las fallas de gente trabajadora, la cual sabe apreciar lo que cuesta ganar dinero, e invierte una cantidad económica menor para la creación de su falla puesto que no disponen de altas rentas. De este modo, el tipo de renta de la cual dispone cada familia, sitúa a cada una de ellas en una asociación fallera y no en otra; lo que está ligado directamente con la diferenciación de clases y poder social que hay en cada una de éstas.
Vivimos en un país democrático donde los políticos dicen que reina la igualdad y que la sociedad clasista ha desaparecido, pero en el mundo real observamos que eso no es así. Aun existe la diferenciación social y cuando hay una celebración es cuando más se nota, puesto que todavía está en vigor la ley de quien puede más.

martes, 1 de marzo de 2011

LA PROGRAMACIÓN TELEVISIVA ACTUAL ¿potencia la diferencia de clases?

Callejeros, Mujeres Ricas, ¿Quién vive ahí?, Hermano Mayor, Hijos de Papá, Las Joyas de la Corona… estos son los programas que se emiten a diario en las cadenas de televisión más visitadas de nuestro país. Marginación social frente al lujo extremo, ¿sirven estos realities para concienciar a la población o, contrariamente, para aumentar la diferencia de clases?

       En los últimos años, la emisión de programas de este tipo ha aumentado considerablemente. Es por ello que, desde aquí, nos planteamos cuál es la repercusión que estos realities ejercen sobre la sociedad actual, principalmente, sobre los adolescentes.
        Por un lado, programas tales como Callejeros nos muestran la cara más cruel de algunos barrios de España. Suelen aparecer las zonas más marginales, donde vive gente de diferentes etnias. El espectador puede observar cómo es la vida diaria de estas personas. Frecuentemente, las imágenes que suelen repetirse son las pésimas condiciones de vida, el elevado consumo de drogas y el robo o el tráfico de drogas como recurso para conseguir dinero y salir adelante. Tal vez sea cierto que algunas de las personas pertenecientes a determinada etnia lleven a cabo ese comportamiento, pero estoy completamente segura de que parte de ellas no lo harán. (Obviamente, esto no les haría conseguir audiencia). Es por ello que considero que este tipo de programas deberían ser más realistas, con la finalidad de mostrar la realidad tal cual es y no la realidad que más les conviene. La emisión de imágenes con estas características potencia la diferencia de clases, provocando un aumento de la marginación social en nuestro país.
         Por otro lado, programas como ¿Quién Vive Ahí? o Mujeres Ricas muestran la cara más brillante de las personalidades exitosas de nuestro país. Ofrecen un seguimiento de la vida diaria de estas personas, donde se puede observar con todo lujo de detalle la forma en que viven. En estos programas ocurre todo lo contrario que en el anterior, sólo aparecen aquellas cosas positivas, la maravillosa vida de las personas ricas… En mi opinión, estos realities provocan malestar en la sociedad que no puede alcanzar tal nivel de vida.
       Respecto a los programas como Hijos de Papá o Las Joyas de la Corona… ¿cómo van a reaccionar los adolescentes de nuestro país al ver que esos jóvenes, por llevar a cabo un comportamiento tal, tienen lo que quieren, salen en televisión, e incluso llegan a hacerse famosos?
Esa es la cuestión… debemos plantearnos si de verdad estos realities sirven para concienciarnos o si provocan un efecto rebote que hace que aumente la diferencia de clases en nuestro país.

Cosas de "pijos"

Por si no es suficiente la bajada de nivel que está sufriendo con la crisis la clase media en nuestra sociedad, cada vez podemos ver (y nos suelen gustar) más series de televisión o programas en los que los personajes que aparecen NO tienen vidas precisamente a nuestro alcance... 
Algunos ejemplos muy claros son la serie estadounidense "Gossip Girl", en la cual la historia gira en torno a unos jóvenes privilegiados de la alta sociedad del barrio Upper East Side (Manhattan). La moda se convierte en un personaje más para la serie, ya que los jóvenes se muestran como expertos de esta industria. Debido a la categoría y riqueza de los personajes, éstos siempre van vestidos de forma moderna y exclusiva. El diseñador de vestuario de la serie es Eric Daman, el cual trabajó anteriormente como asistente de vestuario de la serie "Sexo en Nueva York", otra saga a la cual también nos podríamos remitir.




Otra serie de niños pijos es la titulada "The O.C", también estadounidense, basada en la vida y convivencia de las adineradas familias del sur de California, en Newport Beach, condado de Orange. La trama sigue la vida de cuatro adolescentes, además de abordar otros temas de manera secundaria. En ésta todos son ricos y guapos, sin más rodeos.

Por otro lado, acabamos de ver el lanzamiento del nuevo programa de Cuatro, "Hijos de Papá" el programa pretende poner los pies sobre la tierra a unos cuentos jóvenes que nunca han tenido que intentar ganarse algo con su propio esfuerzo. En el programa deben cambiar su filosofía de vida y para ello se les ha apartado de sus lujos habituales. Los participantes en el primer capítulo explicaron como son sus vidas y lo que hacen diariamente, el que no se gasta 20.000 € de compras en un rato, tiene un Porche en la puerta de su casa sin aún haber aprobado el carnet de conducir y otra chica asegura que si trabajar es lo que tiene que hacer la gente normal, mejor que se suiciden.


Uno de los grandes desastres de la sociedad española contemporánea es precisamente este desprecio hacia el esfuerzo. Nuestros padres y abuelos conseguían todo a base de esfuerzo y dedicación, hemos pasado a estas otras generaciones en las que quién más quién menos, cree en la convicción de que tener un Apple es uno de los derechos humanos fundamentales.

“El defecto de la igualdad es que la queremos sólo con los de arriba” – Henri Becque

Según la declaración de los Derechos Humanos, el artículo 1 dice “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.

Esta premisa deja de cumplirse en el momento que una madre da luz a su niño. No todos los seres humanos nacemos en las mismas condiciones tanto económicas, raciales, sexuales, o bien religiosas; es por eso que el entorno que nos rodea condiciona directamente a la igualdad ante el resto de la sociedad.
La falta de igualdad entre unas personas y otras nos lleva directamente a la diferenciación entre clases, y obviamente a la marginación. Estos principios empezamos a desarrollarlos todos los individuos desde el momento en que tenemos uso de razón. Por ejemplo, un padre siempre se posiciona en un estrado superior ante su hijo para imponer cierta autoridad y conseguir la obediencia de su condescendiente. De esta forma, el niño se da cuenta, subconscientemente, que no están en posiciones de igualdad. Así que cuando va al colegio emplea las mismas tácticas que su padre ha tenido con él para conseguir un beneficio, consiguiendo de esta manera que sus compañeros se le unan y le obedezcan. En el momento que uno de ellos deja de “seguir al rebaño” nace la marginación dado que es una única persona ante un gran grupo. Concretamente se denomina automarginación puesto que él toma la decisión de separarse de los compañeros.

No obstante, existen otros tipos de marginación generada por la diferencia de clases, religiosas, raciales, y discapacidades físicas; y éstas también se dan en colegios. En muchas ocasiones son entre los mismos alumnos, siendo el individuo atacado constantemente por insultos, burlas, e incluso agresiones físicas. Sin embargo, no toda la culpa debemos acarreársela a los niños, sino también a los adultos, puesto que los colegios concertados y privados restringen drásticamente la entrada de nuevos alumnos a los que consideran “desiguales” con normas absurdas como por ejemplo que tienen preferencia a matricularse aquellos alumnos que vivan más cerca del colegio. Obviamente, estos colegios (que en algunas ocasiones han sido levantados con dinero público) están ubicados en zonas ricas, donde claramente no viven personas con rentas bajas.

De esta manera no estamos educando a la sociedad en igualdad.